WE ARE ALL FREAK MEN

Do the Freakman!

Suena un poco raro el hablar sobre sí mismo, ya que por mucho que uno esté habituado a que le escuchen en público, desnudarse delante de los demás siempre es arriesgado. Te exponen y te enjuician, aunque se trate de lo que hacemos en nuestro circo ambulante, exponiendo neustra modesta opinión acerca de las temáticas que hablamos en este programa de radio.

Aunque quede un poco fuera de lugar, llevando 11 años de recorrido,  no viene mal presentarme una vez más ante el público: es decir, quién soy, qué hago y por qué motivo hago este circo ambulante. Es algo que se puede o no hacer pero creo que es de rigor que al menos una vez en la historia de este programa lo haga, más allá de una posible cuestión de ego que puede ser que haya aunque bien entendido como un medio para llegar un fin.

Me explico. “Freakman”,  es el nombre de guerra o apodo que elegí para presentarme delante de todos vosotros, por varias razones, siendo la principal, el intentar reflejar en ella el espíritu de defensa de esas aficiones minoritarias y menospreciadas por la inmensa mayoría de masa sin mente. Muchos pensarán a lo mejor, que detrás de un apelativo como ese debe esconderse un capitán general del frikismo, algo así como una figura que debe ser una especia de Yoda  con un saber enciclopédico que almacene y represente todo el saber sobre este tipo de aficiones (muy lejos de la realidad, porque para eso está google). A mí me gusta representarme como una persona con una serie de aficiones a las que dedico el escaso tiempo que me permite el resto de obligaciones vitales, y me gusta representar en esa figura de Freakman a un defensor de la cultura freak, a un paladín que intenta llevar a los más altos estamentos del ser humano los altos ideales que mueven esta cultura de minorías.

Para lograr esos altos ideales y desde mi modesta posición de freak de level medium, es para mí un tremendo placer contar con la ayuda de los más grandes hard freaks que uno se pueda encontrar para poder entrar en profundidad en la idiosincrasia y en los entresijos que mueven a toda una forma de entender el mundo a nuestra peculiar manera.  Y como si fuéramos una Liga de la Justicia del Frikismo, vamos luchando desde nuestro cuartel general aquí en Radio Ritmo, contra los supervillanos de la televisión basura y el mainstream más recalcitrante.

Pero nada de esto sería posible sin los miles de Freak Men como yo que existen repartidos por el mundo. Ellos llevan una lucha diaria en sus particulares vidas, sabiendo lo importante de su labor para seguir echando leña al fuego de nuestras aficiones, que son los que se enfrentan diariamente igual que yo a la incomprensión, a la mofa y al desprecio. Ellos son los verdaderos Freak Men, los verdaderos héroes en esta historia, no aquellos que simplemente cantan al vacío sus frustraciones sin esperar respuesta al otro lado, la cual encuentro semana a semana de 17 a 19 horas. A todos los héroes detrás del aparato receptor, que mantienen vivo el fuego de la candela con la energía necesaria para que no se agote, una vez más gracias por estar ahí.