Es un pájaro, es un avión…es de Ron Frenz.
Me refiero al rol que desempeñan muchos autores hot dentro del mundo de la viñeta, de cómo la industria se ha ido adaptando con el paso de los años y de las décadas a destacar la relevancia de su papel por encima incluso de los personajes y editoriales que los vieron nacer entre sus filas.
Si nos remontamos a los años 60 o 70, incluso aunque eran respetadas y aplaudidas sobre todo por el público dentro de Marvel y DC figuras del calibre de Jack Kirby, Steve Ditko, Neal Adams y un largo etcétera, siempre se le dio más importancia, relativizando el contexto temporal, a los personajes y a la historia que nos contaban que a quién lo hacía. Hay un otro gran número de creadores del pasado, entre guionistas y dibujantes, como Bil Mantlo, Ron Frenz, Ernie Chan, Roger Stern, Archie Goodwin, Dennis O’ Neil… por poner unos cuantos ejemplos de figuras míticas que fueron responsables de alguno de los mejores momentos de la historia del cómic de los últimos 30 años: etapas míticas de personajes como Conan, La Cosa del Pantano, Superman o Los 4 Fantásticos. Sin embargo el tiempo jamás se acordará de que un artista como Ron Frenz, el cual fue el responsable de actualizar el traje y los poderes de Superman para adaptarlo a los nuevos tiempos allá por los años 90 (haceos a la idea que por aquel entonces era un personaje con más de cinco décadas de existencia), y nadie le ha reivindicado como se merece, quizá porque en su momento no fue un artista hot y quién sabe si lo será algún día.
Porque esa es otra, artistas que por casualidades de la vida son recuperados por la entelequia del mundo de la viñeta a lo largo de los años, son citados un par de veces por cualquier motivo (decesos, cierre de una compañía, que hacen una película de tal o cual personaje suyo…etc) y ya son consagrados para la historia como artistas hot, aunque sea a toro pasado.
Me hacen gracia las reglas de la industria del cómic, tan particulares y caprichosas como las que mueven otras industrias, o siendo totalmente sinceros, como en tantos otros negocios.
Las reglas del mundo del cómic siempre han sido, como muy bien señalas, caprichosas, pero con un sustrato de mercadotecnia del que puede llegar a surgir una pauta.
Me explico, cuando surgieron los superheroes tal y como los conocemos a día de hoy, primaba la idea impactante y/o el personaje innovador ó rompedor para llamar la atención del público sobre el producto. Obviamente, y me estoy refiriendo a la primigenia Marvel, no se dejaba de lado la parte visual, pues sólo hay que ver la pléyade de maravillas de dibujantes como Steranko, Kirby, Buscema, Romita Sr., Wally Wood ó tantos otros.
Al aparecer el autor completo, llamó la atención el enfoque renovador de personajes y tramas, lo cual influyó a la hora de las ventas y allanó el camino a posteriores artistas como Todd McFarlane ó Jim Lee…los cuales no deberían olvidar jamás que no serían nadie si no hubiesen existido Simonson, Miller y Byrne ( aunque estos tuvieron el buen tino de escuchar y aprender de auténticos profesionales de contar historias como Roger McKenzie, Archie Goodwin ó Mark Gruenwald).
De ahí a la época de Chris Claremont quedándose relegado a mera comparsa de Jim Lee va muy poco tiempo, con toda la generación de súper-dibujantes de Image haciéndose millonarios con pocas historias bien contadas en su haber, pero con colecciones de cromos y portadas con tintas metálicas que, revisitadas, dan vergüenza ajena.
Con esto, y perdón por el tocho-post, me refiero a que la designación del artista del momento ha ido e irá siempre a rebufo de las ventas y la popularidad entre el fandom…se descubre una fórmula, se explota al máximo, se agota y surge un nuevo paradigma.
Yo, personalmente, me quito el sombrero ante los artistas que siempre estuvieron y están al pie del cañón, cumpliendo como profesionales y dando lo mejor de su trabajo a los fans y al medio, sin importar lo que la tendencia marque. Porque, a fin de cuentas son los que marcan hitos, grandes o pequeños es igual, en el medio. Si pudiese elegir, siempre sería antes John Romita Jr. que Jeff Scott Campbell.
¿Dónde hay que firmar?
Para bien o para mal una industria (cuando existe) como la del cómic no la sostienen los autores “hot”. Aunque autores como Frenz o los hermanos Buscema fueron aparcados por la generación Image en los 90, el tiempo ha dejado las cosas en su sitio.
En ocasiones, las espectacularidad, los fuegos de artificio, tienen una base, un artista sólido detrás (por ejemplo Steranko), otras no.
De Frenz siempre me ha gustado su punto camaleónico. En Spiderman era como un Ditko moderno, posteriormente, en Thor emulaba a Kirby. Actualmente, con Sal Buscema entintándole, está en mejor forma que nunca.
Más que camaleónico, yo diría que es un dibujante funcional y todoterreno.