SEMANA SANTA ESPANTA, SEMANA SANTA ENCANTA.

En Semana Santa, recuperando milagros.

Sí, finalizamos la Semana Santa, amiguitos, festividad dedicada en buena parte a una serie de aficiones que poco tienen que ver con las nuestras, excepto por la sangre y el gore de alguna de nuestras películas favoritas.

En estas fechas siempre me encanta revisitar algún clásico de entre todos mis cómics favoritos. Debido a que tengo más tiempo para poder hacerlo y porque  me apetece mucho más que pelearme con la montaña de cómics comprados en los últimos meses, movido no sólo por la nostalgia sino ya que creo que muchos de ellos eran cómics enormes.

Tengo ahora sobre mis manos, un cómic de esos que hace que se han convertido, con el paso no sólo de los años sino de las décadas, en un verdadero clasicazo. Miracleman, realizado por dos colosos como son los británicos Alan Moore y Alan Davis, en una de sus obras primerizas reeditada por una editorial tan importante como fue en su tiempo, aunque desaparecida hoy en dia, Eclipse Comics.
No dejo de admirar en ella rasgos comunes que hoy en dia se han convertido casi en norma, sobre todo el tratamiento adulto de los personajes e historias que eran casi una excepción en aquella época, más allá de Wachtmens o de Regresos del Señor de la Noche, coetáneos en el tiempo a esta obra. Me refiero a esa labor de indagación en los infiernos personales y en el aspecto psicológico de los mismos, una rara avis dentro de los comics de superhéroes de la época, yendo un poco más allá del arquetipo del cómic adulto. Y fue desde entonces cuando no han dejado de producirse como churros cómics de la misma temática, desde Astro City a Thunderbolts… etc.

Una buena historia con personajes interesantes os puedo recomendar, que  es lo que aporta este cómic, para una tarde de torrijas y procesiones y seguro que muchas más encontraréis en estos días de necesario asueto y regocijo friki. Espero que las disfrutarais como sólo vosotros os merecéis.