No lo subestimes, activa tu imaginación.
Con el título del diagnóstico de esta semana hacemos referencia a las míticas series de dibujos animados creadas por Albert Barillé, sobre el que estuvimos hablando de él no hace mucho en nuestro circo ambulante y sobre el hecho de que de algún modo quería hacer un homenaje y reflexión adecuado a la importancia que ejerce la radio en nuestras vidas.
La televisión, el cine e Internet son medios en los que la imagen es lo que determina el mensaje y el vehículo de transmisión de aquello que se quiere contar, a través de la que es mucho más fácil contar más cosas con menos esfuerzo. No hay que hacer el esfuerzo que sí exigen por otro lado otras formas de expresión, como puedan ser la literatura, la música o, en este caso, la radio. Hay que hacer ya de por sí, un esfuerzo intelectual o de imaginación para deconstruir un sinfín de cosas que si no fuera de este modo, jamás podríamos conocer o realizar.
Y no me refiero por no ponerme nostálgico, a los míticos programas de La Guerra de los Mundos, o a Las Historias de la Radio que nos contaba José Luis Sánchez de Heredia en el cine refiriéndose a esos tiempos heroicos, no. Tiempos que realmente yo no viví, pero sí aquellos de inhumanos trayectos en coche plagados de atascos, de hastiosos viajes en autobus o de apestosos sobacos de compañeros, o de monótonos quehaceres caseros, que se hacen mucho más livianos y entretenidos. Momentos que no sólo se hacen soportables gracias a la radio, sino aquellos en los que nos transportamos en muchos casos a otros mundos.
Imaginamos qué nos están contando, nos preguntamos cómo serán esas voces que nos transmiten tantas emociones o incluso en qué contexto estarán desempeñando sus funciones en ese momento… Son cosas que incluso me planteo yo cuando realizo La Parada. Si alguno de nuestros oyentes pueden imaginarse cómo nos preparamos en el estudio, cómo nos colocamos antes de emitir, qué gestos hacemos para darnos paso para ir marcando los tiempos… Os lo cuento porque me ha sucedido muchas veces que alguien que nos ha venido a ver al estudio o me he encontrado a algún oyente en algun salón del cómic, Monstrua etc, no se imaginaba cómo éramos y cada uno de vosotros tenía una imagen de nosotros, tantas como diferentes personas nos pueden imaginar y escuchar. En definitiva, todo aquello que sólo la imaginación y la fantasía puede llevar a cabo, sin plantearnos nada y sin que nos lo den todo hecho, lo trae la magia de la radio.
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