Ese estúpido juego de palabras que acabo de hacer me sirve de presentación para dedicar el diagnóstico de esta semana al Electronic Entertainment Expo, el más importante escaparate mundial del entretenimiento electrónico, que lleva celebrándose ininterumpidamente desde el año 1995, el más longevo de los que se celebran en el mundo.
Vamos a tirar de Wikipedia un poquito para advertir de un dato importante y que hay que tener en cuenta al hablar del E3. Más allá de ser un escaparate en el que las principales compañías de software pretenden presentar el hype anual de turno a través de las principales franquicias y buques insignia que se presentan, como otros eventos del ramo como son el Tokyo Game Show o el Game Developers Conference (GDC), el E3 fue la primera feria con un marcado cariz de negocio, en lo que realmente se ha convertido el propio entretenimiento electrónico.
Cuando surgió en el año 1995, dentro de un evento sobre ocio generalista, compartiendo protagonismo con otras industrias como el cine en sus diversos formatos domésticos y, por otro lado, el software y las utilidades para ordenadores, cuyo nombre era el CES Consumer Electronic Show. Este evento se venia celebrando desde los años 80, y que tenía mas de showbiz y de circo que de muestra de videojuegos de programadores y creadores, para fans del ocio electrónico.
Pero con el paso de los años y de las décadas, el E3 ha ido por supuesto evolucionando al ritmo que lo ha hecho asimismo la propia tecnología, hasta llegar al momento actual en que se ha convertido en un negocio de masas. Así, en el evento se hace un poco lo que todos odiábamos, dar pan y circo a los consumidores, provocando nauseas a los hardcore gamers en muchos casos, siendo mas importante en definitiva el show que el producto final que se ofrece.
Esperemos que lo acontecido en la última edición dé más de si que otras precedentes, ya que en época de crisis hay que espabilar y agudizar el ingenio. De lo que Sony, Microsoft y Nintendo, las tres grandes compañias, nos traten de vender durante los próximos meses como must haves, dependerán nuestros callos en los dedos.
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