Bigote hispano del calcio, metáfora del emigrante.
Martín Vázquez representa la figura de aquel que tiene que emigrar para hacer valer su descomunal talento (en este caso futbolístico) fuera de las fronteras del país que lo vio nacer, y al no ser reconocido allí tiene que partir de cero para lograr que su arte tenga el reconocimiento merecido.
Si alguna vez ha habido en España un artista con el balón, que podría haber sido perfectamente el sustituto de los grandes artistas del balompié, Martín Vázquez poseía esas cualidades que le hacían diferente, que le hacían único. Aunque en cierto modo llegó o tuvo las posibilidades de llegar a destacar de algún modo en las filas del club del siglo, el todopoderoso Real Madrid, estaba rodeado de una pléyade de starlettes (más que galácticos), con menos talento pero mucho más ego o pegada entre el público, las cuales le hacían sombra e impedían que destacara aquí.
Dejamos aquí los símiles futbolísticos, y nos centrémonos en el cine, y aunque tuvimos un gran Martín Vázquez en la figura del también recientemente desaparecido Jacinto Molina AKA Paul Naschy, este año recién iniciado nos ha deparado una triste noticia, la muerte el día 8 de enero de 2011 de otro titán del cine español. En este caso, del director valenciano Juan Piquer Simón, el cual representa el caso de otro Martín Vázquez del género fantástico y de terror, cuya interesante obra se tuvo que manejar entre la serie Z y los cuasi telefilmes, contando historias tan entretenidas como hilarantes con los escasos medios de los que disponía. Y por lo que, obviamente, tuvo que realizar la mayor parte de su trabajo fuera de su país, aunque fuera en circuitos minoritarios y de culto como es el caso del circuito de serie B.
Piquer Simón es un grande para muchos de nosotros, que nos hemos partido el ojal con el superhéroe alienígena 100% ibérico que era Supersonic Man, con historias de terror y monstruos acuáticos como La Grieta, o terror casquero para los que amamos tanto los entresijos y las criadillas como Slugs, Muerte Viscosa. Pata negra, señor Simón.
Y como colofón a la carrera de Martín Vázquez hay que señalar que acabó anunciando las bondades de una falsa clínica dedicada al crecimiento milagroso del pelo: vamos, ¡uno de los timos más antiguos de la humanidad! junto con la búsqueda la piedra filosofal, jejeje.
saludos,
de un calvo a otro calvete
Junto con Alfonso Pérez, que también acabó su carrera deportiva presentando productos anti-alopecia, jajajajaja. Qué grande, señor tallman, cuanto tiempo sin leerle por aqui, un placer una vez mas, por supuesto.