¿Hay cantera?
Lleva ya un tiempo rondándome este tema en la cabeza ,después de hablar de él en varias ocasiones con amigos de mi misma generación, que a través de otras vías como foros de internet, prensa especializada… etc, convergemos en un tema de debate y de preocupación para el futuro cercano.
Esta preocupación no es otra que la educación de las futuras generaciones, ya que muchos de los que me rodean son padres, o están pensando en serlo, y como amantes de unas formas muy particulares de entretenimiento como de las que hablamos aquí, se nos empieza a plantear como afectará esto a nuestros hijos, es decir de cara a cómo nos enfrentaremos a su educación.
Al estar en una sociedad multimedia donde la imagen es absolutamente dominante, se nos plantean dilemas como por ejemplo, el saber que harán los que nos suceden con aficiones que requieren un esfuerzo intelectual mayor como la literatura y el cómic, en sustitución de otras que nosotros prácticamente parimos y que ofrecen muchas más opciones de cara al entretenimiento, como los videojuegos.
Como más de una vez he comentado, me he quedado en ese sentido muy anquilosado, no sé si por la posición romántica de considerarme a mí mismo como un paleogamer, o porque realmente no me termina de enganchar el realismo atroz que nos plantean las plataformas actuales. Cuando juego, lo que quiero es evadirme e imaginar, no que me lo den todo hecho. Por ello tengo miedo de que si en el futuro tengo hijos, se olviden de imaginar. Me cuesta ver a los hijos de la gente que me rodea, niños limitados sobre todo al relacionarse con el entorno que les rodea debido al autismo impuesto que nosotros mismos hemos hecho de esa realidad, que nos hemos empeñado en tecnificar hasta la extenuación.
Sinceramente, no me imagino a mi futuro hijo cogiendo un cómic y pensando cómo pensaba yo a su edad cuando lo descubrí por primera vez. Era maravilloso que a través de unas viñetas y un lenguaje tan sencillo, fuera tan capaz de entretenerme como de viajar, cuando eso se puede hacer ahora de manera aun más sencilla a través de Internet, la televisión a la carta, o de los videojuegos sin esfuerzo alguno. Es importante que debamos intentar no perder del todo estas formas de entretenimiento y no meterlas tan pronto en un museo. Hay que seguir considerándolas, sin menospreciar tampoco el valor de las tecnologías actuales, no solo como ocio, sino como algunos las consideramos desde hace años, con el valor artístico que ya manifestaron desde sus lejanos orígenes.
Por ahora sólo podemos especular. Personalmente no encuentro ninguna certeza al pensar cómo será la desendencia de toda esta primera “gran generación freak” dragonbolera española.
Primero que el friki prototípico es poco dado a encontrar pareja, y menos a tener descendencia. De conseguirlo… pues les veo a todos con aura de futuro divorciado. Carne de micropiso al estilo padre de Milhouse.
¿Serán algunos lo bastante crueles como para aleccionar a sus hijos en la disciplina Jedi de los videojuegos maratonianos y las bolsas de risketos? A veces pienso que algunos freaks podrían hacer lo mismo que todas esas reinas del baile echadas a perder que realizan sus sueños a través de sus hijas anuncio. En el caso de los freaks, es posible que muchos se empeñen en tener un hijo guapo y deportista, exento de sufrir todas las humillaciones y desencuentros sociales y amorosos que ellos sufrieron de jóvenes. Muchos quizá intenten diseñar a su vástago a imagen y semejanza de sus héroes de ficción. Entrenar a un chaval para que sea… no se, un Conan, un Neo o un guaperas de Lost. ¿Porque realmente alguien quiere que su hijo salga hecho un monstruito como su padre? ¿O tener un clon de encargo? Y además esta esa fuente de demencias y traumas absolutamente imprevisible que son las madres. Muchos freaks terminan saliendo con chicas absolutamente asépticas en cuanto a aficiones. Demasiadas variables para saber qué puede pasar. Y eso sin mencionar que por naturaleza, muchos hijos reaccionan contra sus padres intentado parecerse a ellos lo menos posible.
Yo propongo un futuro en el que todos los freaks se sirvan de sus conocimientos para tener curros telemáticos con los que poder huir de la ciudad y repoblar pequeños pueblos de montaña, donde sus hijos se criarán como el Swarzeneger de “Los gemelos golpean dos veces”: haciendo pesas con las vacas y leyendo a Verne y a Kant.
El último párrafo parece una profecía…
Tema espinoso, ese de cómo educar a nuestros (hipotéticos) hijos, viendo todas esas noticias de agresiones en institutos y vídeos grabados con el móvil donde los chavales hostian a sus compañeros e incluso a sus profesores.
A pesar de ello, me gusta ser positivo y tengo cierta esperanza:
– Nuestros padres quisieron darnos todo lo que no tuvieron. Nosotros recordamos una infancia feliz y no por tener más o menos juguetes.
– Por muy realista que sea un juego, hay que manejar una tecnología para usarlo. Antes de que aprendan a usar un ordenador o consola, les será más fácil abrir un tebeo. Y no hay nada más fácil para un niño que imaginar cosas.
– Y los videojuegos ya no son tan autistas como antes. Aunque los contactos del Facebook no deben de ser un sutituto de los amigos de la calle, por lo menos se mantiene la idea de relación.
Y siempre habrá cosas como la Monstrua de Cine Chngo para que los frikis nos conozcamos en persona ;)
Me temo que tu visión de los videojuegos en contrapunto intelectual con la literatura o los cómics es muy reducida.
¿Realismo atroz? ¿Bioshock o Dead Space realistas? ¿La saga Oddworld realista? ¿Ghost Trick, los Profesor Layton, Hotel Dusk/Last Window realistas? Los videojuegos adecuados (saliendo del mercado casual de Fifas, pes, wiiplays…) estimulan muchísimo, me trevería a decir que más que la historias típicas de héroes enmascarados o las descripciones aburridas de mucha literatura.
De hecho yo veo una clara evolución con respecto a lo retro (lo paleogamer). Antes mucho arcade y mucha jugabilidad, diversión directa, sin mucha historia y los mismos escenarios. Es ahora cuando salen historias complejas, desarrollo de personalidad de personajes, universos, mitologías…
Juega más, que ya verás que cantera videojueguil digna y “que llena” haber, hayla, y mucha.
No te preocupes Freakman. Siempre habrá alguien que se acerque a una viñeta o a un libro y deje volar su imaginación como hemos hecho todos.
El problema quizá esté en que la industria del videojuego está volviéndose muy poderosa y rentable, y es probable que mine la incidencia de otros medios gracias a su capacidad económica y, consecuentemente, poderío de marketing. Pero las páginas son algo que lleva con nosotros mucho tiempo y nunca se separarán de nuestro lado (insertad aquí los violines).
AkaTsuko, lo siento mucho pero tengo que discrepar bastante con lo que dices, salvo en la parte de la estimulación, ya que creo que ciertos juegos estimulan aptitudes útiles como el pensamiento lateral o la multitarea, por poner un par de ejemplos.
La narrativa de los videojuegos aún no ha empezado a correr, simplemente ya sabe como andar.Pero aún está cogiéndose de los brazos de papá cine cuando tiene que explicar cosas que el motor gráfico no puede o no quiere. ¿Hay excepciones? Sí, pero son eso, excepciones. Un Half-Life 2 ó un Red Dead Redemption no representan a toda la industria, ni siquiera a un 1%.
Además, la industria del videojuego todavía tiene que sacar la cabeza del culo y empezar a parir guiones con personalidad, porque el noventa por ciento de los juegos son clichés tras clichés de películas vistas mil veces.
Con decir que la película más influyente en la industria del videojuego es Aliens ya está todo dicho (que es una de mis películas favoritas, pero …)
Ya te digo, JL. Seremos teleoperadores globales, como yo lo llamo, cuando queramos que nos resuelvan algo, seguro que nos lo resuelve alguien desde casa en plan Los Sustitutos.
Por alusiones joven Akatsuko y sin querer entrar en polémicas ya que bien sabes que siempre las evitamos, esto no hay que tomarselo como algo personal, y no hablaba de los videojuegos ni de ninguna forma de entretenimiento en particular, sino de como afectara la tecnologia actual y su aplicacion al ocio a los que nos preocupamos por cuestiones como tener hijos, algo que me imagino que por edad, te queda muy lejos, tron.
Vamos por partes:
Empiezo a estar cansado de la igualación friqui=marginado. Ninguno de mis amigos lectores de cómics, jugadores de rol o consoleros se corresponde de ninguna manera con el topicazo, como mucho tangencialmente podríamos incluir a uno que es tartamudo. Vivimos la afición a fondo, pero eso no ha sido obstáculo para tener otras amistades que no la compartan, salir de fiesta o tener novias guapas (algunos además han conseguido viciarlas. Yo no, aunque ella le pone ganas). Incluso un amigo rolero a muerte va por las 3 cifras de mujeres conquistadas en la vida real (ojalá exagerara, le he llegado a ver con 5 en la misma noche).
La imaginación. Si nos ponemos tiquis-miquis, lo único que la desarrolla es leer libros sin imágenes, que te obligan hasta a imaginarte las jetas de los personajes. En un cómic te dan la imágen y te dan la historia, lo único que no te dan son las voces, no entiendo cómo eso puede desarrollar más la imaginación que jugar a , yoquesé, Gears of War. Enfocadlo desde otro prisma: tienes 8 años, y nunca has jugado a ningún videojuego, sólo has visto pelis y dibus. Y te dejan jugar al God of War (Lo de la orientación por edades es una memez, ¿quién no vió Robocop de enano? Me parece que tiene el récord de muertes en pantalla y no nos volvimos asesinos). Y lo flipas: TÚ estás controlando al muñeco!!! TÚ eres el héroe, y sólo tu habilidad será la que permita la aventura, y el que en el recreo se pedirá ser Kratos “que mola más que Mario”. Y, por supuesto, se montará su propia película. La imaginación está en peligro no por jugar, sino porque a los chavales se les está privando de sus lugares de ocio tradicionales y no les queda otra (hasta los 15, que descubran los porros y el botellón). Yo por ejemplo tenía enfrente de casa un descampado gigante donde jugar a futbol, cazar lagartijas, jugar al escondite y mil cosas más; ahora, ladrillo y asfalto. Y además, en esta época de terrorismo informativo, los padres prefieren que los niños estén en casa que en la calle, que hay mucho loco suelto, que la culpa es de los videojuegos y de las películas violentas (no de perder el contacto humano no).
Los niños. Hay que pensar en los niños. Que los padres y futuros padres no se preocupen, que si han transmitido el gen freak a sus retoños estos lo serán. Si no hubiera sido por los 1984 y los Víboras de mi padre, no hubiera leído tan pronto cómics, es cierto, pero la del rol no me la enseñó él, ni la de las consolas tampoco. La afición se tiene o no se tiene, no se puede aprender pero sí “enseñar” (mira hijo, léete esto, juega a esto, aquí lo tienes para que lo cojas cuando quieras, ya sé que me pintarás las viñetas de los cómics en blanco y negro, que destrozarás mis figuritas y que dejarás a tus amigos mis cosas para nunca volverlas a ver). Y si lo que ve le gusta, no estarás encima suyo para que lea, sino para que deje de leer y se duerma de una puta vez.
Otra cuestión es la preocupación por la futura psicopatía de nuestros niños, viendo como está el panorama ahí fuera. La solución es bien sencilla, implicaos en su educación: conoced a sus amigos, mantener un dialogo continuo con sus maestros y profesores, interesaos por sus vidas al llegar cansados del trabajo (ni una mascota se merece esa indiferencia, ¿la vas a tener con tus hijos?) demostradles la diferencia entre el bien y el mal, castigadles y premiadles cuando se lo merezcan y no según vuestro humor; y sí, si creéis que se lo merece, dadles una buena hostia (a mí me dieron algunas, y ni considero estar traumatizado ni odio a mis padres, de hecho les quiero muchísimo). Y pensad en que putadas entre chavales y a los profesores las ha habido siempre, pero ahora se pueden grabar. No es noticia que más de 1000 alumnos se portan bien, pero sí que uno le bajó los pantalones al profe y lo subió a youtube. Yo soy profesor, y si uno de mis alumnos se porta mal, telefonazo a su casa, y si los padres son como Dios manda, al día siguiente viene recto como un cirio. Lo malo es cuando sus padres pasan, y peor cuando encima ves que el chaval tiene potencial.
No es por afán de trollear, sino por dar un contrapunto.
Estupenda reflexión, de trolleo nada.