SO AS THE MARKET GARDENER DOG.

Esta casa no me la compro yo.

Como el perro del hortelano me deja a mí American Horror Story. Ha habido muchas series interesantes dentro del género del terror, pero nunca ninguna mítica o que haya llegado a la excelencia real, casos asialdos como por ejemplo, Salem´s Lot o, salvando las distancias de forma y fondo, Los Cuentos de la Cripta.

En el caso de Salem´s Lot, nos contaban una historia de vampiros que conseguía mantener la tensión de forma prolongada, algo difícil en una serie del género, pero no dejaba de ser una serie bien hecha, entretenida y poco más. Por otro lado, Los Cuentos de la Cripta al igual que las Historias Para No Dormir de Chicho Ibáñez Serrador, nos contaban historias autoconclusivas de terror, de las que no todas  merecían realmente la pena.

El caso de la serie de la que hablamos en profundidad con nuestros miembros del Freak Team, es la mezcla de las virtudes y defectos del género. Ya de por sí es difícil mantener la tensión tras conocer el argumento: una casa encantada y una familia disfuncional que se muda a vivir a ella. Pero lo que menos me gusta es el tratamiento videoclipero y muy de los tiempos actuales que se da al aspecto visual de la serie.

Además, los personajes que en ningun momento son creibles, por lo exagerado de sus tics, no me transmiten en ningun momento una cierta empatía. Algo para mí fundamental, el hacerte mantener el interés en saber qué pasará con él en el próximo capítulo. Debido a ello, American Horror Story, se queda en tierra de nadie, ya que no me vale ni como serie de terror ni como reality de la realidad social post-crisis, quedándose en medio, sin llegar a satisfacerme del todo.

Como decía antes, hacer una serie larga y entretenida y sobre todo en el género de terror, es arduamente dificil. Como echo de menos aquellos series de capítulos autoconclusivos, que en 50 minutos o en una hora te acojonaban lo suficiente como para no necesitar una ración de hora y media o dos, sin necesidad de recurrir a artificios ni clichés para hacerte pasar un buen rato.
Mientras tanto, al menos, podemos seguir regocijándonos con el glorioso pasado, y revisitarlo en espera de una serie de terror que lo merezca.