HACIENDO BALANCE (AGAIN)

No se la cantidad de balances y análisis que he hecho durante todos estos años, cuando llegamos al final de una temporada o de un año, y utilizo este diagnóstico para realizar una reflexión personal en voz alta desde la perspectiva de nuestro circo ambulante.

Este año ha sido muy duro en lo personal, imponiéndose intereses particulares de la vida privada, al ocio y tiempo libre que es al fin y al cabo La Parada de los Monstruos para aquel que os habla. Durante 2014 mucho del tiempo que normalmente utilizo para dedicarlo a mi afición favorita principal como es la radio, la he tenido que dedicar a otra mucho más importante para mí, a mi familia, en momentos en que lo han necesitado. Principalmente por los problemas que ha tenido mi padre este año, que ha sido operado de cadera dos veces a comienzos de año, y ha sufrido un Ictus hace apenas 1 mes. Y no obvio los problemas físicos que también ha sufrido mi madre con una rodilla, que se han solapado en ocasiones con los sufridos por mi padre en momentos que han sido una verdadera locura.

En momentos como este es en los que uno se da cuenta de que aunque la afición más importante dentro de mi vida es la radio, lo más importante son las obligaciones y responsabilidades que todos tenemos como seres humanos, siendo uno fundamental la familia. Porque si La Parada de los Monstruos ha estado allí durante 15 años ininterrumpidamente todos los sábados de 17 a 19 horas, en parte importante ha sido porque mis padres han estado apoyándome para hacerlo posible sin pedir nada a cambio, y que me pudiera permitir disfrutar todo ese tiempo libre para dedicarlo a mí mismo y a mis aficiones. Que grandes son nuestros padres, en serio.

Muchas veces nos olvidamos de que los padres de la generación de los que tenemos entre 30 o 40 años, y que tienen ahora 60 o 70 y tantos, dedicaron mucho esfuerzo y trabajo durante su juventud, prescindiendo de su tiempo libre para dedicarlo a criarnos para que nosotros pudiéramos dedicarlo para desarrollarnos como personas en todos los sentidos. Porque ellos no lo pudieron tener para desarrollarse ellos mismos, lo hicieron a través de nosotros, y por ello y por otras muchas cosas, hay que estarles inmensamente agradecidos.

Aunque no pudieron dedicarnos más tiempo para estar con nosotros, quizá fue porque estuvieron demasiado ocupados en traer un jornal a casa. Les podemos criticar que no entiendan muchas de las aficiones que tenemos, que no entendamos o respetemos las suyas ya que entran en contraste con las nuestras, que no tengamos los mismos referentes culturales, sociales o políticos, pero no podemos criticar el hecho de que ellos lo hacen con el afán de que podamos ser lo que ellos no han podido ser.

En el balance de lo que ha sido para mí este año 2014, es el año en el que he redescubierto a mis padres, en el que les he tenido cerca de nuevo a pesar de las malas circunstancias, en el que me han ayudado a madurar un poco más y a valorar más las cosas, ya que las cosas que nos separan son más pequeñas y sin importancia que las que nos unen.

Y porque sé que de todo esto he sacado una gran experiencia, que les sigo teniendo cerca y que están un poco mejor que antes, y de una mala experiencia se puede sacar una gran enseñanza, y es que les tengo que agradecer que me hayan permitido siempre, el poder expresarme como he querido, a través de los micrófonos de nuestro circo ambulante. Por eso, quería dedicarles este diagnóstico a ellos, a mis padres, gracias por todo.