DON QUIJOTE Y LAS SALAS DE CINE

  • AUTOR: // SECCIÓN: Diagnóstico, Telón

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    diagnostico-24-01-15

    Es quijotesca la situación del cine español, algo incomprensible que jamás llegaré a entender cómo funciona, cómo evoluciona y como se transforma. No hay pautas claras que te hagan definirlo como norma, ya que en España no hay signos de unidad en una dirección entre la industria, profesionales y público como sí se puede ver en otras industrias como la americana o la europea.

    La industria española ha cambiado tanto como lo ha hecho su sociedad, se ha ido adaptando a los tiempos de un modo u otro, y aunque nunca ha sido profeta en su tierra, siempre ha estado ahí presente para bien y para mal como testigo de excepción de los tiempos que le ha tocado vivir. Lo bueno del no tener que marcar tendencias y tener que superarse a sí mismo como el caso de verdaderas industrias de peso como las que mencioné antes, es que puede ir un poco a su bola y no tener prisa por reciclarse o por experimentar, ya que no tiene tanto que perder en ese arriesgado ejercicio de ir más allá en su expansión.

    Es un hecho confirmado que el cine estadounidense vive una situación de recesión no solo paralela a la crisis económica que nos ha tocado vivir, si no que han llegado otras industrias como los videojuegos o las series de televisión a compartir el liderato por el ocio y tiempo libre de los americanos, y se están llevando de calle el gato al agua. El cine español, por su lado, no ha tenido que enfrentarse con ningun enemigo en ese sentido porque nunca ha sido rival para nadie, solo ha tenido que enfrentarse  a si mismo, y como mucho, al ministerio de cultura y a las masivas descargas ilegales.

    Pero los profesionales por un lado, se han tenido que ir fuera de su país por las dificultades que supone hacer cine aquí, y porque la gente no es tonta y se ha meado en las medidas prohibitivas y elitistas para acceder al cine, muestran a las claras que no se puede controlar el irrefrenable deseo que tenemos de disfrutar de las obras en la pantalla grande, aunque no sea de un modo masivo.

    Curiosamente, este 2014 ha sido el mejor año de la industria del cine español de los últimos 20 o 30, cuando después de la debacle del fin de la perjudicial política de subvenciones del Ministerio de Cultura, todo el mundo auguraba el fin de la misma. Pero si analizamos cuales han sido los hitazos del cine español, todavía queda un hálito de esperanza, ya que no solo vivimos de “8 apellidos vascos” o “Torrentes” que se precien. En la cartelera el cine de género hecho en España ha tenido Thrillers de intriga como “El niño” o “La Isla Mínima”, e incluso la animación con la última edición de las aventuras de “Mortadelo y Filemón”.

    Nadie sabe donde reside la fórmula de dicho éxito, y sobre todo si tendrá continuidad durante este año 2015 y no estamos viendo un espejismo delante nuestro. De lo que sí estoy seguro, de que es una tarea quijotesca, el empeñarse en llevar más allá nuestro cine cuando peor lo está pasando y cuando amenaza incluso con desaparecer, las televisiones y productoras se dan cuenta del filón que es el cine si se hace bien hecho y reflotan una industria que parecía muerta.

    Yo lo que deseo amiguitos, es que el año que viene podamos decir lo mismo, que el año 2015 fue un año cojonudo para el cine español, y que seguimos disfrutando de una industria al alza con mucho futuro y muchas personas con talento triunfando dentro y fuera de nuestras fronteras.

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