Ese fue el título de una película mítica en la que un personaje, interpretado magistralmente por Bill Murray, tenía que repetir continuamente la misma situación en bucle continuamente para superar un error pasado, hasta poder resolverlo y salir victorioso. Afortunadamente eso no sucede en la realidad, tan solo en la disparatada cabeza del director de la misma, el recientemente fallecido Harold Ramis, del cual hablaremos en un rato en un más que merecido homenaje en “El Valle de Gwangi”.
Seguimos atrapados en el tiempo en algunas cosas en nuestra realidad, y de vez en cuando es conveniente recordarlas aunque las demos por imposibles, ya que el no hablar de ellas no significa que vayan a desaparecer. Hablo en concreto, de la nefasta política de la distribución cinematográfica en nuestro país, y de la errónea política de no considerar cultura al cine cobrando un impuesto injusto, como si fuera un artículo de lujo.
Y vaya si lo es. 9 pavazos por barba por verla en unas condiciones que pueden ser desde lo más normalito, hasta lo más exigente. Y eso sin incluir los mínimos de ir a cenar antes o después, o las palomitas y coca cola de mientras ves la peli. Ir al cine, se te puede poner en un mínimo de 30 pavos por cabeza, un día cualquiera de la semana.
¿De verdad creen que con iniciativas como la de cobrarnos 4 pavos 1 dia del espectador durante un par de meses al año, van a conseguir llevar a más gente al cine? Es una soberana chorrada, y desde luego que sí van a hacer que ese día vaya mucha más gente, pero no creo que compensen las ganancias del resto de días de la semana. La gente no va a querer ir en manadas a gastarse 9 leuros con la que está cayendo. Lo demuestra el hecho de la cantidad de salas que se han visto obligadas a cerrar desde el cambio de normativa que hizo que subiera de manera escandalosa la entrada al cine.
Seguramente, el mes que viene a alguien se le ocurrirá otra brillante idea para que, por ejemplo, los menopáusicos, o los que tienen un soplo en el miembro viril, tengan tal o cual descuento en la entrada. O en verano los que padecen de la enfermedad de producir demasiado sudor, también lo tengan para estar frejquitos viendo una peli. Y una mierda para los mandamases que lo han hecho posible.
Porque contentar a unos pocos, o a muchos poco tiempo, no soluciona para nada a largo plazo la tremenda crisis que lleva ya no años, si no décadas atenazando al cine en España en general, y a las salas de cine en particular. Ver cine en casa, no es lo mismo, aunque cada vez se acerca más la experiencia. Porque ir al cine no es solo un momento lúdico individual, es un momento que podemos disfrutar con amigos, pareja, familia etc. Un punto de encuentro desde hace más de 100 años, siendo la forma de entretenimiento que más nos convierte en iguales por el hecho de ir a contemplar juntos un espectáculo cultural, por mucho que esa película sea de pura acción y adrenalina. Alta cultura, por el hecho de pasar altamente en precio por caja.
Por eso y por muchas otras cosas, seguimos muy a nuestro pesar, atrapados en el tiempo en general. Pero nuestro Freak Team sigue también luchando cada mes y cada año, desde nuestro circo ambulante en la sección de Telón para cambiarlo y que el mundo del cine, sea cada vez más, un sitio mejor.
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