WHO WATCHES THE WATCHMEN?

¿Está  Ozymandias detrás?

El título de este diagnóstico es una frase enclavada dentro de uno de los mejores comics de todos los tiempos, Watchmen, la cual tiene un origen curioso. Alan Moore la utilizó para dar título a la obra, extrayéndola de la frase quis custodiet ipsos custodes? perteneciente a la Sátira VI del poeta Décimo Junio Juvenal (siglo I-II), que alude a la dificultad de forzar a la mujer a tener un comportamiento moral adecuado debido a la corruptibilidad de los hombres que la custodien. En la obra de Moore, se utilizaba para hablar de lo fácil que era corromperse cuando uno tenia poder, en este caso superpoder, sobre aquellos sobre los cuales se tiene que utilizar, en teoria, en su bien y defensa.

Pero yo la quiero utilizar en otro entorno mucho más real, que sólo tiene de ficticio el nombre de los personajes y lo colorido de los trajes utilizados. Porque yo me pregunto, en nuestra realidad, ¿cuántos Comediantes, Búhos o Rorschaches anónimos podemos encontrarnos entre los vigilantes que tienen que defender nuestros intereses? Sí, amiguitos, hablo de los superhéroes de la realidad, de aquellas fuerzas de seguridad pública que se crearon para mirar por el bien de los ciudadanos de a pie: las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, mejor conocidos coloquialmente como policía.

Evidentemente uno habla con temor de este tema porque ya ni siquiera puede expresar su opinión acerca de temas sangrantes como éste, ya que según establecen las nuevas leyes de Internet, no podemos convocar reuniones no registradas a traves de las redes sociales y pronto no se podrán tomar instantáneas de ellos, so pena de sanciones y multas.

¿Y por qué? Os preguntaréis muchos de vosotros. Porque hay una nueva cultura del miedo. En este caso por el miedo que tienen Ellos a que se propague el odio tras visualizar imágenes como la del pasado miércoles 14 de noviembre, día de la huega general, en la que un policía da un palazo en la cabeza a un niño de 13 años, mientras otro se ensaña con una chica que trata de protegerle. Y evidentemente el miedo e impotencia de no poder manifestar mis ideas por parte del común de los mortales, como aquel que suscribe, como cuando empezaron a hacer correr a las masas alli pacíficamente reunidas en torno a la madrileña fuente de Neptuno. Obedeciendo a las órdenes seguramente ya previstas mucho antes, a las 21:30 aproximadamente, comenzaron a cargar y a disparar al aire para dispersarnos. Era auténticamente dantesco ver a familias con niños pequeños, amas de casa, personas mayores, jóvenes…etc, correr con miedo y espanto. Una verdadera escena propia de las represiones en Corea del Norte o de épocas pretéritas del franquismo.

Coerción, falta de libertad de expresión, agresiones físicas… ¿eso es lo que nos pueden dar aquellos que nos tienen que proteger? A mi esas palabras me recuerdan más bien a otras mucho más peligrosas, lo que pretendía al fin y al cabo el villano de Watchmen, Ozymandias: un mundo mejor, mediante una dictadura impuesta.

Yo tengo miedo, miedo no a Ellos, sino a que la gente se acobarde y no luche por sus derechos, ya que desgraciadamente nos hemos acostumbrado a no luchar por ellos desde hace demasiado tiempo. Y también, a que como reza la canción que sonaba en el sountrack de la versión fílmica del cómic de Moore: a que todo el mundo quiera dirigir el mundo, Everybody wants to rule the world.