VIRTUALIDAD REAL

Me acuerdo cuando hace más de 20 años a comienzos de los 90, cuando todavía compraba revistas especializadas en videojuegos (de las cuales hablamos en algún programa de Press Start hace no mucho tiempo), mencionaban el término “realidad virtual” como un término casi de ciencia ficción, y en el cual se estaban dando los primeros pasos tecnológicos.

El cine lo retrató muy acertadamente en la versión fílmica de una historia escrita por Stephen King, titulada “El cortador de Césped”, y que nos hablaba de las posibilidades y peligros que proporcionaría al ser humano la existencia de la realidad virtual. Teniendo en cuenta que es una película del año 92, y que es pionera por utilizar tecnologías como la infografía (a las que ahora casi cualquier persona puede tener acceso), me sigue sorprendiendo como en el asunto de fondo sigue sin envejecer mal aunque si lo hagan los efectos especiales y el uso de esa tecnología primigenia en la misma.

Y me refiero a que el ser humano sigue siendo un ser con instintos animales, a pesar de que se mueva en un medio ambiente cada vez más artificial alrededor suyo. Las redes sociales que nacieron hace 10 años aproximadamente, son un reflejo de ello, y de como la gente actúa virtualmente como si estuviera en la realidad, manifestando su opinión, haciendo amigos con los cuales comparte ciertos gustos u aficiones, ligando o buscando pareja, peleando o dejando de ser amigos… Ya he manifestado en más de una ocasión que aunque no lo rechazo, sí que me da miedo el hecho de pensar que ya mucha gente, sobre todo las de la generaciones más jóvenes y las venideras, consideran esa su realidad más casi que la de verdad, y me asusta porque pienso que llegará un momento en que la gente no sabrá comportarse en sociedad cara a cara de un modo normal.

Es decir, ¿nos vamos a convertir en carcasas de carne y hueso, y vamos a utilizar nuestras emociones solo a través de la virtualidad que nos aporta la red global en sus distintos formatos? Es más fácil no solo por la velocidad a la que se transmite esta información, si no por la velocidad en la que viajan los sentimientos y emociones a través de esos datos, llegando un punto en que me imagino que emocionarse será igual que comer o cagar, un instinto básico mas. Porque sentir en la realidad es más jodido al exponernos mucho más de cara a los otros, pero siempre ha llenado más y es más honesto y verdadero que esconderse tras una careta virtual, al menos en mi modesta opinión.

Llamadme raro, porque es un discurso que me obsesiona y sobre el que he escrito mucho, pero creo firmemente en el hecho de que hay que saber diferenciar la tecnología de sus usos, es un medio para comunicarnos pero no un fin. El ser humano sabe diferenciar lo que es virtual o no y siempre lo hará, otra cosa es que quiera enfrentarse o no a la realidad por dura que esta sea. El engañarnos a nosotros mismos de este modo es quizá fruto de nuestro afán por el escapismo de huir a nuestra imaginación a través de maravillosos entretenimientos como el arte en general, o de nuestras aficiones en particular, como lo son los videojuegos.

En este caso, el verano pasado asistimos en primera persona al nacimiento de tecnologías de realidad virtual en el ocio electrónico a través del aparato más usado en la actualidad como es el móvil, ya que entrevistamos a los responsables de una plataforma cuyo nombre es Vraze, y que demuestra el hecho amiguit@s, de que todos estamos inmensos ya de hecho en la virtualidad, y tenemos que afrontar el hecho de que nuestro tiempo libre lo es también. Lo importante es saber, que real o virtual, os seguiremos aportando nuestra ración de diversión todos los sábados de 17 a 19 horas, asi que si os parece, arrancamos este viaje por la realidad que fue el año 2014 en el mundo de los videojuegos.