NECESIDAD DE VELOCIDAD

Y no hago referencia de ningún tipo al mítico videojuego del cual hablaremos en el programa de hoy y de su traslación a la Pantalla Grande. Me refiero con él a la necesidad que tenemos en nuestras vidas de continuas sensaciones de todo tipo, como si buscáramos una descarga de adrenalina en todo momento.

Las vidas que llevamos son muy diferentes de la que han llevado nuestros padres y abuelos, y se ha ido acelerando en todos los aspectos, en los últimos 30 años. Trabajos estresantes, siempre llegando con la hora pegada en el culo a todos sitios, discusiones en los medios de transporte porque todo el mundo quiere llegar antes a su meta o destino…. Son síntomas de una locura consciente en la que todos estamos metidos, y de la que no hay escapatoria. Pero lo que me sorprende no es que estemos sometidos todos de un modo u otro, lo que me sorprende es que hay personas adictas a esa velocidad y lo reconocen sin ningún pudor, aunque lo prefieren camuflar en palabras más amables como carpe diem, o solo se vive una vez. Si tienen razón o no, eso ya va en gustos u opiniones.

Locura de la que a la vez queremos escapar todos, a través de salidas como el ocio, en la cual cada uno gasta su poco tiempo libre como le viene en gana, para tratar de despejar la mente de sus alocadas vidas. Desde el que le gusta ir a llamar vagos e hijos de… a los árbitros o jugadores en un campo de fútbol, rodeado de un frenesí caníbal de los instintos más primitivos a flor de piel. Pasando por aquellos que les gusta cogerse la mochila y los bártulos y desaparecer en lo profundo del bosque, para aislarse de la sociedad por unos días.

Y luego estamos muchos de nosotros, que utilizamos la tecnología y su velocidad, para “desconectar”, como por ejemplo son los videojuegos al fin y al cabo. Os pongo un ejemplo que conozco perfectamente, y es el mío propio. Yo tengo uno de esos curros de oficina monótonos y sedentarios, en los que permanezco 8 horas seguidas delante de la pantalla de un ordenador. Pero luego para desconectar, tengo varias formas de entretenerme, muchos de los cuales pasan por tener una pantalla delante de mis ojos.

Y los videojuegos es seguro la forma de entretenimiento que más y más rápido ha evolucionado en los últimos 30 años, y en la que la velocidad de nuestras vidas se ve mejor reflejada. Porque para mí, a pesar de quejarme de la velocidad que me rodea, el hecho de poder descargar adrenalina pegando fuscazos virtuales cuando me venga en gana, o poder conducir virtualmente un coche haciendo el gamberro en unas competiciones ilegales a toda leche, son cosas sin las que tampoco creo que pudiera dejar de vivir.

Este es mi presente veloz, esta es la realidad que me rodea. Saber que mañana tendré que editar este programa, para poder subirlo velozmente para que todos aquellos que estáis al otro lado del aparato receptor, os lo podáis descargar rápidamente para poder saciar frenéticamente vuestra avidez por nuestra común afición a los videojuegos. Pues sí, reconozco que tengo una relación amor odio con la velocidad que me ha tocado vivir, pero siempre es amor cuando eso significa, que llevo 15 años pisando el acelerador del micrófono, y que se me han pasado tan rápido que no me he dado apenas cuenta, y lo más importante, sabiendo que al otro lado, tienes compañeros de viaje que disfrutan tanto como tú del mismo. Muchas gracias un año más por estar al otro lado.