…escenarios literarios.
Somos unos privilegiados por haber nacido en esta era, en la de la revolución informática y tecnológica, por medio de la cual somos capaces de crear perfectos mundos virtuales que sustituyen casi por completo a la realidad y en los que se puede interactuar de un modo tan fiel a la misma.
Esto hace décadas era algo impensable y teníamos otros medios mucho más rudimentarios a la hora de crear mundos imaginarios y evadirnos mediante nuestra fantasía, que es al fin y al cabo el objetivo de dos formas de entretenimiento tan opuestas como son, en la práctica, la literatura y los videojuegos. La elección de este tema por parte de nuestro Freak Team en nuestro último programa es muy adecuada, así que me gustaría lanzar algunas consideraciones.
La literatura era la única forma de evasión que existía durante ya no décadas, como decía antes, sino durante siglos, y sólo unos pocos tenían acceso a ella, con lo que la libertad para trasladarse a esos mundos imaginarios era una cuestión de clase y status social. Qué triste es decir que sólo podían evadirse de la realidad, aquellos que se lo podían permitir. Pero afortunadamente la literatura se convirtió en algo cada vez más accesible para un mayor número de personas. Algo que casi desde sus comienzos sí logró muy fácilmente el cine, que es el antecedente claro del videojuego como sustituto de una representación de la realidad que se podía ver y, más tarde, escuchar. Antecedente también del videojuego, en cuanto a traslación de obras literarias a la gran pantalla, que sigue en boga en la actualidad, con ese gran debate de cuál es mejor: la peli o el libro.
Pero, como gran sustituto futuro del cine, el videojuego como película interactiva en la que uno mismo es el protagonista de la historia, no está exento de la necesidad de buenas historias y al globalizarse, busca adaptar clásicos de la memoria colectiva al screen del lcd del ordenador. Cuando en muchos casos no se tiene de donde tirar, al existir un mercado absolutamente saturado o simplemente lo suficientemente diversificado para dar a cada persona aquello que necesita, la literatura se convierte en una fuente de ayuda inagotable a la que recurrir y en la que poder vivir de nuevo todos esos mundos imaginarios sacados de las páginas de los libros.
No voy a entrar es en el debate de si son mejores unas u otras opciones, pero en los últimos tiempos he visto en el cine películas como Rompe Ralph, en la que se habla sobre personajes de videojuego en su propio mundo virtual, o he recordado películas como Nivel 13, película anterior a Matrix, en la que ya se hablaba de realidades virtuales a través de un juego alucinante. O bien leido libros como Masters of Doom sobre la creación de mundos virtuales de John Carmack y John Romero, o el caso de Ready Player One, sobre una humanidad en el futuro inmersa en un videojuego global llamado Oasis que sustituye completamente a la realidad. Todos son mundos imaginarios, esa es la respuesta, la necesidad inherente que tiene el ser humano de evadirse, algo que realmente le diferencia de otros animales y no la inteligencia.
COMMENTS
0 Responses to Mundos imaginarios…