“Jugar a los videojuegos nunca fue lo mismo desde GTA”.
Diréis que lo que afirmo en el título del diagnóstico de hoy es una obviedad, pero no lo es tanto, porque todavía mucha gente friki piensa que es así por la parte de “Auto” del nombre del juego, porque salen coches to wapos y tuneados.
Este juego es mucho, mucho más. No solo el juego favorito de John Cobra, el forocoches, y Meristation. También lo es para el mundo videojueguil, porque es posiblemente, el juego más innovador de la historia. Y mira que no lo he jugado, que a mí la temática esta no me atrae mucho, y que mi opinión por tanto, es totalmente de oídas y no merece más crédito que el que tiene un tío en Alcalá (Meco, claro). Pero hasta a mi oído han llegado las maravillas del Grand Theft Auto, ya que no solo forma parte de la culturilla de los frikis de los videojuegos. Forma parte de la cultura popular.
El fenómeno es de tal envergadura, que hace meses que se lleva hablando del tema en los medios de comunicación para masas, en los que afortunadamente no tienen ya ningún tapujo en hablar de forma habitual sobre videojuegos. Pero cuando se habla de GTA, es como si hablamos de los Beatles o Michael Jackson, de Coca Cola o Pepsi, de “Lo que el viento se llevó” o “ET”. Es de esas cosas que los americanos gustan en denominar “Más grandes que la vida”. O como a mí me gusta decir, esas cosas que hasta mi madre o mi abuela sabe lo que son, aunque como yo, no tengan ni puta idea de qué rollo van. Eso es GTA.
Bienvenidos al show, amiguitos. Rockstar ha dado con la gallina de los huevos de oro, y lo exprime con fruición. Ole sus huevos, yo haría lo mismo. Os voy a volver a contar una anécdota. Ya os conté que este verano en la fiesta de cumpleaños de un familiar cercano, resulta que la mujer del tío que estaba pinchando junto conmigo en dicho sarao, era del departamento de prensa de Rockstar. No, no os penséis que estaba en una bacanal o algo así (ojalá), estaba en casa de mi primo que tiene una casa de campo al lado de la de mis padres, aunque si había un poco del rollo decadente y macarra del MTV Tunning. Cuando la comenté que tenía un programa de radio, en el que en una de las secciones hablábamos de videojuegos, arrugó significativamente el morro.
Nunca averiguaré si fue porque la debemos parecer una mierda seca (la más que probable explicación), o si porque nuestra “fama” de cagarnos en todo nos precede, pero la cara de asco con la que afirmaba que ellos, y cito textualmente, “no concedían entrevistas”, me hizo entender entre otras cosas de que GTA está a otro nivel, en otro planeta que no es el mío. Yo mientras, me llevaba el cubata a los labios y la miraba inconscientemente el escote, asumiendo no solo el ego del friki herido en su ego, sino que hay clases también clases dentro de los videojuegos. Y por mucho que les joda a muchos, el GTA es el puto amo, y creo que lo va a seguir siendo unas cuantas generaciones más. Aquí, si EL Que No Existe quiere, os lo seguiremos contando desde el “burladero” Freak. No despeguéis las orejas, porque este programa fue absolutamentes épico.
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