Nos despedimos de tí por ahora, pero seguro que darás guerra todavia.
Parece que ya simplemente por el título del diagnóstico de hoy, estamos hablando de una película post-apocalíptica, pero nada más lejos de la realidad es sobre lo que quiero hablar a continuación. Como bien sabéis, en el programa de esta semana, le hemos dedicado un especial homenaje al fin de una era en un aparato electrónico de consumo de videojuegos, el cual tiene el honor de haber roto varios records a lo largo de los años: ser la que más tiempo se ha mantenido viva en el mercado, ni más ni menos que 14 años; y ser la que más consolas ha vendido en la historia. Evidentemente, estamos hablando de la Playstation 2. Y eso que no hemos mencionado su catálogo impresionante de juegos, ya que sería una cuestión prácticamente inabordable: la cantidad de juegos publicados para esta plataforma.
Aunque es la consola más reconocida de la historia, y estar de actualidad por vivir el final de su historia, no es el primer ejemplo de aparato exitoso que sufre un éxito atronador, y que se ve relegada a la historia para dar paso a aparatos más modernos y potentes. Quizá por pertenecer a la generación de los que tenemos hoy en día entre los 30 y los 40 años, tengo gran nostalgia del ocaso que supuso el fin de las consolas de 16 bit, concretamente la MegaDrive y la SuperNintendo, hacia una nueva generación de consolas.
Echando la vista atrás, mientras llegaba el ocaso de dichas plataformas que fueron las primeras en convertir el ocio electrónico en una afición de masas, llegaron aparatos más potentes y con mejores cualidades técnicas, como mejores gráficos o mejor sonido. Pero para los nuevos aparatos, la Game Cube, la Sega Saturn, etc… supuso una dura pugna el intentar luchar contra el legado de las máquinas que las precedieron, y aunque la perdedora de la pugna resultó ser Sega y la desgraciadamente maltratada DreamCast, la historia demuestra que es imposible predecir los acontecimientos futuros.
Más concretamente, porque nadie pudo adivinar ni se le pasaba por la cabeza, lo que sucedió con la primera consola de Sony, la PS1 o PSX, una consola que batió todos los records de ventas hasta el momento, convirtiéndose en la reina indiscutible de su generación. Pero su fin también fue adecuado, sin traumas, si me apuráis, hasta agradable. La transición a una nueva generación como supuso el paso a su nuevo aparato, la PS2, fue hecho con mimo y con respeto a los fanboys de ambas. Todo lo contrario de lo que ha hecho Sony con el paso generacional de la PS2 a la PS3, se han pasado por el poto todo el amor y fidelidad de aquellos talibanes de la marca Playstation, con toda una serie de políticas comerciales que han hecho que no solo deje de ser la primera referencia de su generación, si no que la han convertido en la tercera opción de los amantes del comercio electrónico a la hora de tomar la decisión de por cual plataforma optar por detrás de las de Microsoft o Nintendo.
Vamos a ver un proceso paralelo del cual seremos testigos, mientras se produce el ocaso definitivo de la play2, y es el que se producirá durante este año 2013-14, a la siguiente generación, la tan rumoreada en los últimos tiempos, Playstation 4. Solo espero que se haga con la dignidad con la que ya se ha hecho en este caso con la play2, y no traten de considerarnos poco menos que conejillos de indias, para cebarnos con el pienso de Blockbusters que son solo nombre y no tienen nada más debajo que eso. El tiempo nos dirá, como se produjo el final de una era, en este caso, el de la Playstation 2 es poco menos que elogiable y ejemplar.
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