AMIGOS

   “Solo no puedo, con amigos, sí” (Ed Wood Jr.).

¿Qué sería de nuestra vida, si no pudiéramos compartir algunos momentos de la misma, con nuestros mejores amigos?  No serían lo mismo hechos tan cotidianos como tomar unas cañas y hablar sobre lo divino y lo humano, o compartir nuestra opinión con ellos de nuestras aficiones. O ir a ver una película con un amigo aficionado a, por ejemplo, los superhéroes. Y uno de los mejores momentos en la opinión de aquel que suscribe, es cuando compartes el jugar a un videojuego con un colega.

Hay cosas que no puedes hacer con otras personas, con tu familia, o tu pareja, y que solo lo puedes hacer con un colega. Os pongo un ejemplo, esta tarde una amiga muy cercana celebró su cumpleaños, y siempre tenemos un debate sobre lo que hacer para celebrar estas onomásticas, ya que el hecho de comer unos tentempiés con unas birras y luego la tarta, no quita para que puedas hacer algo más con ellos. Pero el debate por cómo celebrarlo, os aseguro que es de lo cuestiones más acaloradas entre mi grupo de amigos.

En ocasiones, hemos optado por ver videos musicales de los años 90, que grabábamos todos en VHS. Este momento es super tenso, en serio, porque no tenemos todos los mismos gustos: no es lo mismo ver lo que tiene grabado en las cintas de 4 horas mi amigo Ivan (aka EL hombre que solo vino al primer programa de La Parada y no volvió nunca más), en lo que para muchos puede ser una hiriente sesión de ambient y progressive, con vídeos de 10 minutos de duración en los que salen túneles interminables. Por otro lado, mi amigo Raul aka Travis, puede poner 4 horas de rock pateaculos de los 90, que puede golpear múltiplemente la conciencia tecno de Iván. Lo que mola es cuando llega una cinta que casualmente, nos pueda gustar a todos, algo harto difícil de conseguir.

Si lo extrapolamos esto al cine, esto ya es para cagarse las patas abajo. Las leyes que ponemos para ello son super estrictas, ya que deben ser películas que o no hayamos visto alguno de nosotros, o que haga mucho tiempo que no las veamos, con lo cual ponerse de acuerdo es epopéyico. Los juegos de mesa son también arena de otro costal, porque todos tenemos alguna “prohibición” a la que no jugar, y otra vez el ponerse de acuerdo, es la ostia. En este trajín llevamos, no sé, unos 20 años, y seguimos sin sacar una forma común en la que ponernos de acuerdo para divertirnos. No sé, la gente tiene el mus, los dardos, el póker, pero nosotros somos unos putos freaks y supongo que no lo podemos evitar.

En lo único en lo que siempre, no sé por qué, nos hemos puesto más de acuerdo, ha sido con los videojuegos, y casi nunca ha habido muchas discusiones. Mientras en otras ocasiones, el hilo de emails para ponernos de acuerdo a qué jugar cuando hemos quedado, es de flipar y no nos ponemos de acuerdo hasta el último momento, en cuanto hay videojuegos, aunque muchos de nosotros no solemos dedicarle tanto tiempo como antaño, debe ser por lo especial de la ocasión. En cuanto mi amiga Vanessa dijo que iba a sacar la N64 y que íbamos a jugar al Mario Kart, se acabó cualquier posible discusión, nadie dijo ni mú.

Algo parecido a lo que es y ha sido para mí esta sección de Press Start durante largos años, de la cual se despiden temporalmente en el programa de hoy, 2 personas que han formado parte de ella durante años, como son Fayer y Tahur Manco. Porque ellos han logrado entre nuestros oyentes algo difícil y extraño, ponernos de acuerdo en cuánto nos divierte esta sección, a pesar de no estar muchos de nosotros muy metidos ya en el mundo de los videojuegos, y hacer que incluso nos reenganchemos comprándonos incluso una consola de nueva generación. Les deseamos muchísima suerte, y seguro que vuelven pronto  cuando ellos puedan a nuestro circo ambulante, la que ha sido, es y será siempre, su casa. Muchas gracias por todo, amiguitos.