MUSIC IN THE TV

   “Wa, Wa, Wa, qué ha sido de los vídeos musicales”.

Otro diagnóstico nostálgico. ¿Estaré chocheando, o es que las cosas han cambiado tanto en pocos años que apenas las reconozco? Pues un poco de ambas cosas. El caso es que existe un dato bastante contrastable, y que es síntoma de ello. Existe un canal así llamado por ser la televisión que se encargaba de poner videos musicales ininterrumpidamente durante más de 2 décadas, la cual curiosamente en los últimos años apenas los pone, y se dedica más a poner series y realities durante la mayor parte de su programación.

Ha pasado de ser uno de mis canales favoritos, sobre todo en mi adolescencia, a ser una puta mierda pinchada en un palo, en un abrir y cerrar de ojos. Todavía no me lo explico. Me acuerdo cuando recurría a piratearlo del modo en que podía, o acudía a casa de los colegas que tenían antena parabólica, y me grababan horas y horas en riguroso VHS de alguno de mis programas favoritos, cuando aún no existía su  versión española. O cuando teníamos que recurrir a la versión de los 40 criminales, en los programas no codificados de Canal +, sobre todo al mítico video minuto mañanero. O a Canal 7 con Adriana Frade (la hija del todopoderoso productor de cine casposo José Frade), en el Play Music… Horas y horas de vídeos musicales que aún conservo y aun contemplo con deleite de vez en cuando en compañía de mis amigos, disfrutando de una verdadera y completa forma de expresión artística que se dio a conocer como videoclip o vídeo musical, y que alcanzó su mayor esplendor durante los años 90, de los cuales hablaremos en el programa de hoy en una primera parte de un especial, que rememorará alguno de nuestros vídeos favoritos de entonces.

Quería reflexionar con este diagnóstico en el hecho de que es un arte casi extinto, solo pueden sacar vídeos musicales con cierto presupuesto, alguno de los artistas más importantes. Algunos de los vídeos musicales de los años 90, eran filmados por alguno de los más importantes directores de cine del momento, como eran Martin Scorsese o David Fincher, y tenían el presupuesto que ahora envidiarían más de uno de los Blockbusters actuales más mainstream. Y todo por pequeñas piezas que en muchos casos, no llegaban a los 5 minutos de duración que es lo que suele durar un corte musical para radio.

Y se daban extrañas paradojas, como que el video musical elegido, no tenía por qué ser alguno de los singles más vendidos o más comerciales de los artistas implicados, porque sí existía ese concepto de obra artística, ya que al ser una industria tan consolidada y en la que había lugar para todo, una banda podía tomarse el lujo de gastarse una inmensa pasta en realizar un vídeo musical para un tema musical que le apeteciera, aunque luego no fuera elegido tan siquiera por la discográfica de turno, como uno de los singles que había que sacar para hacer caja.  Por estas y por otras muchas razones, hicimos el homenaje adecuado al concepto mismo del video musical, y más concretamente, a la década que hizo ver los vídeos musicales más espectaculares en su mayor apogeo y esplendor. No os podéis perder este viaje, amiguit@s.